Mientras no se ataque integralmente el problema inflacionario, la inflación seguirá un proceso de aceleración. La velocidad dependerá de cómo jueguen las expectativas de los agentes económicos. Reducir la emisión espúrea para financiar el déficit financiero del sector público es una condición vital.
Publicado el 19/01/2014 - Los datos de 2013 muestran que en Latinoamérica Venezuela y Argentina lideraron el ranking de inflación durante el año. Los desequilibrios macroeconómicos que atraviesa nuestro país tienen una fuerte relación con la tasa de inflación que hace unos años se tiene. No es un tema indiferente para la asignación de recursos, ya que cada vez se distorsionan más los precios relativos de bienes, servicios y factores productivos. El precio relativo del dólar marca claramente la situación de Argentina en materia de competitividad cambiaria, es decir de los precios en dólares de nuestros productos respecto a los del resto de países.
Los peores alumnos:
Venezuela y Argentina
Venezuela cerró 2013 con una suba acumulada en el costo de vida de 56,2%, que casi triplica a la cifra del año anterior (20,1%) y constituye la inflación más alta del mundo.
Después de Venezuela, la segunda peor inflación del mundo durante 2013 habría ocurrido en Siria con 49,5%.
El gobierno venezolano atribuye la aceleración de la inflación a una “guerra económica” generada por la oposición y ataca el gran problema desde esa visión.
Según el IPC de San Luis, hasta noviembre la inflación en Argentina acumulaba en los últimos doce meses una suba de 29,3%. Con ello se asegura para 2013 una inflación entre el 28% y 29%. Estos niveles ubican a nuestro país en el segundo lugar en el ranking de mayor inflación de Latinoamérica.
Es importante notar que algunos de los países de la región ponen a la inflación como un objetivo específico (target) de política económica, en tanto que en Argentina el aumento del nivel general de precios es un comportamiento derivado de otras decisiones de política.
De hecho, el gobierno argentino para hacer frente al problema inflacionario ha vuelto a proponer un nuevo acuerdo de “precios cuidados”.
Los mejores alumnos
Cuando se habla de mejores alumnos en materia inflacionaria, no necesariamente implica que los países con menores tasas de inflación que el nuestro están sustancialmente mejor en materia económica. La sintonía fina que tienen que tener las variables macro es lo que define el nivel de inflación ideal para cada país.
La realidad marca que, con las únicas excepciones mencionadas de Argentina y Venezuela, todas las naciones de la región cerraron 2013 con subas en el costo de vida de un dígito y en la mayoría de los casos con incrementos en sus índices por debajo del 5% anual.
El mejor alumno fue Colombia, que en 2013 tuvo una inflación del 1,9%, la más baja de la región y la menor de Colombia en los últimos 15 años.
Por su parte, Chile es otro de los mejores alumnos con una inflación del 3,0%. Con esto, el registro anual se ubica en la mitad del rango de tolerancia del Banco Central, aunque por encima de la proyección del 2,6% hecha para 2013.
La inflación del Perú fue de 2,9% al cierre del 2013, cifra que se sitúa dentro del rango meta del Banco Central de Reserva (1%-3%), según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Asimismo, Ecuador logró que la inflación se desacelere en 2013 al 2,7%, frente al 4,2% registrado en 2012.
México acumuló en 2013 una inflación del 4,0%, una tasa superior a la registrada el año anterior, cuando se situó en 3,6%, tal como informa el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los países que sacaron buenas notas, a pesar de que la inflación se ha acelerado o se ha escapado de las expectativas del gobierno, se resaltan con amarillo en el mapa regional.
En el caso de Brasil, la inflación cerró 2013 en 5,8%, y si bien entra dentro de la banda inflacionaria (4,5% anual con una tolerancia de más o menos dos puntos porcentuales) resulta un dato negativo porque se aleja de la meta oficial de inflación anual.
Uruguay y Bolivia son los países que si bien presentan una inflación de un dígito, las subas de precios están por encima del 6% y se muestran muy resistentes a bajar.
En Uruguay, la inflación acumulada en el año 2013 quedó en 8,5%, superior a la de 2012 que fue del 7,5% y similar a la de 2011 que fue del 8,6%.
En Bolivia, el Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que el año 2013 cerró con una inflación acumulada del 6,5%, similar a las previsiones del Ministerio de Economía. Este dato indica que existe un fuerte repunte inflacionario ya que en 2012 la inflación había cerrado en un 4,5%.
¿Qué lectura se
debe hacer?
Lo primero que debe tenerse claro es que no se está viendo un ranking como podría ser el de cualquier otra variable no económica.
Como puede verse, hay países que a pesar de tener menor inflación que Argentina, están por encima de sus metas de inflación o proyecciones, por ende tienen que reencaminar la política económica para solucionar el desvío.
A pesar de esto, ser los segundos en inflación alta en la región no es algo indiferente. Porque la inflación va distorsionando precios relativos y consecuentemente decisiones económicas.
El 2014
“Las perspectivas económicas para el año que recién comienza parecen estar signadas por un incremento de las presiones inflacionarias. El escenario estaría caracterizado por un mayor deterioro fiscal, que se traduciría en mayor estímulo al crecimiento de los precios, a través del financiamiento vía emisión monetaria.
De acuerdo a estimaciones propias, la suba del Índice de Precios al Consumidor por ahora estaría en una banda que va del 30% al 32%, dado el contexto actual.
Habrá que ver si el nuevo acuerdo de precios resulta efectivo inclusive en el corto plazo para contrarrestar las presiones inflacionarias y calmar la puja distributiva entre precios y salarios, por citar un caso. La experiencia de largo plazo con los controles es contundente: los congelamientos de precios no son exitosos, ya que reprimen inflación que luego se sincera.
http://www.elliberal.com.ar/ampliada.php?ID=122175
Publicado el 19/01/2014 - Los datos de 2013 muestran que en Latinoamérica Venezuela y Argentina lideraron el ranking de inflación durante el año. Los desequilibrios macroeconómicos que atraviesa nuestro país tienen una fuerte relación con la tasa de inflación que hace unos años se tiene. No es un tema indiferente para la asignación de recursos, ya que cada vez se distorsionan más los precios relativos de bienes, servicios y factores productivos. El precio relativo del dólar marca claramente la situación de Argentina en materia de competitividad cambiaria, es decir de los precios en dólares de nuestros productos respecto a los del resto de países.
Los peores alumnos:
Venezuela y Argentina
Venezuela cerró 2013 con una suba acumulada en el costo de vida de 56,2%, que casi triplica a la cifra del año anterior (20,1%) y constituye la inflación más alta del mundo.
Después de Venezuela, la segunda peor inflación del mundo durante 2013 habría ocurrido en Siria con 49,5%.
El gobierno venezolano atribuye la aceleración de la inflación a una “guerra económica” generada por la oposición y ataca el gran problema desde esa visión.
Según el IPC de San Luis, hasta noviembre la inflación en Argentina acumulaba en los últimos doce meses una suba de 29,3%. Con ello se asegura para 2013 una inflación entre el 28% y 29%. Estos niveles ubican a nuestro país en el segundo lugar en el ranking de mayor inflación de Latinoamérica.
Es importante notar que algunos de los países de la región ponen a la inflación como un objetivo específico (target) de política económica, en tanto que en Argentina el aumento del nivel general de precios es un comportamiento derivado de otras decisiones de política.
De hecho, el gobierno argentino para hacer frente al problema inflacionario ha vuelto a proponer un nuevo acuerdo de “precios cuidados”.
Los mejores alumnos
Cuando se habla de mejores alumnos en materia inflacionaria, no necesariamente implica que los países con menores tasas de inflación que el nuestro están sustancialmente mejor en materia económica. La sintonía fina que tienen que tener las variables macro es lo que define el nivel de inflación ideal para cada país.
La realidad marca que, con las únicas excepciones mencionadas de Argentina y Venezuela, todas las naciones de la región cerraron 2013 con subas en el costo de vida de un dígito y en la mayoría de los casos con incrementos en sus índices por debajo del 5% anual.
El mejor alumno fue Colombia, que en 2013 tuvo una inflación del 1,9%, la más baja de la región y la menor de Colombia en los últimos 15 años.
Por su parte, Chile es otro de los mejores alumnos con una inflación del 3,0%. Con esto, el registro anual se ubica en la mitad del rango de tolerancia del Banco Central, aunque por encima de la proyección del 2,6% hecha para 2013.
La inflación del Perú fue de 2,9% al cierre del 2013, cifra que se sitúa dentro del rango meta del Banco Central de Reserva (1%-3%), según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Asimismo, Ecuador logró que la inflación se desacelere en 2013 al 2,7%, frente al 4,2% registrado en 2012.
México acumuló en 2013 una inflación del 4,0%, una tasa superior a la registrada el año anterior, cuando se situó en 3,6%, tal como informa el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los países que sacaron buenas notas, a pesar de que la inflación se ha acelerado o se ha escapado de las expectativas del gobierno, se resaltan con amarillo en el mapa regional.
En el caso de Brasil, la inflación cerró 2013 en 5,8%, y si bien entra dentro de la banda inflacionaria (4,5% anual con una tolerancia de más o menos dos puntos porcentuales) resulta un dato negativo porque se aleja de la meta oficial de inflación anual.
Uruguay y Bolivia son los países que si bien presentan una inflación de un dígito, las subas de precios están por encima del 6% y se muestran muy resistentes a bajar.
En Uruguay, la inflación acumulada en el año 2013 quedó en 8,5%, superior a la de 2012 que fue del 7,5% y similar a la de 2011 que fue del 8,6%.
En Bolivia, el Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que el año 2013 cerró con una inflación acumulada del 6,5%, similar a las previsiones del Ministerio de Economía. Este dato indica que existe un fuerte repunte inflacionario ya que en 2012 la inflación había cerrado en un 4,5%.
¿Qué lectura se
debe hacer?
Lo primero que debe tenerse claro es que no se está viendo un ranking como podría ser el de cualquier otra variable no económica.
Como puede verse, hay países que a pesar de tener menor inflación que Argentina, están por encima de sus metas de inflación o proyecciones, por ende tienen que reencaminar la política económica para solucionar el desvío.
A pesar de esto, ser los segundos en inflación alta en la región no es algo indiferente. Porque la inflación va distorsionando precios relativos y consecuentemente decisiones económicas.
El 2014
“Las perspectivas económicas para el año que recién comienza parecen estar signadas por un incremento de las presiones inflacionarias. El escenario estaría caracterizado por un mayor deterioro fiscal, que se traduciría en mayor estímulo al crecimiento de los precios, a través del financiamiento vía emisión monetaria.
De acuerdo a estimaciones propias, la suba del Índice de Precios al Consumidor por ahora estaría en una banda que va del 30% al 32%, dado el contexto actual.
Habrá que ver si el nuevo acuerdo de precios resulta efectivo inclusive en el corto plazo para contrarrestar las presiones inflacionarias y calmar la puja distributiva entre precios y salarios, por citar un caso. La experiencia de largo plazo con los controles es contundente: los congelamientos de precios no son exitosos, ya que reprimen inflación que luego se sincera.
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