Nicolás Maduro se enfrenta a su peor enemigo: el ataque de las lechugas verdes
25 octubre 2013 - 23:29 - Autor: zoomboomcrash
Si usted fuera un periodista y viviera en Venezuela, iría a la cárcel por escribir, radiar o emitir por televisión las siguientes palabras: precio del dólar paralelo.
Esta semana el dólar paralelo alcanzó el valor de 50 bolívares por dólar. Y sigue subiendo.
En cambio el precio oficial del dólar es de 6,28 bolívares. ¿Cómo es posible tal disparidad?
Cualquier estudiante de primer año de Económicas lo podría responder. Cuando un bien escasea, sube de precio. Da igual si se trata de un litro de agua, un barril de petróleo o incluso el dólar.
Venezuela es un país que cada vez depende más de las importaciones y las importaciones se pagan en dólares. El nivel de dependencia exterior aumenta, a medida que avanza lo que el gobierno llama el socialismo, que más bien es el comunismo. Así de sencillo. Pasa en Cuba. Y pasa en Zimbaue.
El pueblo trata de comprar dólares como sea. Y como el gobierno ha impuesto severos controles, en lugar de solucionar el problema, lo ha acrecentado. El dólar paralelo sube de precio.
Y aquí viene lo bueno.
De las muchas formas que se le han ocurrido al gobierno para detener la especulación con dólares la más ridícula es prohibir que se hable de ello. En 2010 aprobó una ley que condena a todo aquel que hable públicamente del dólar paralelo.
Perfecto. Ya no se habla de dólar paralelo. Ahora se habla de ‘lechuga verde’. Si quieren ver un caso curioso, echen un vistazo a la web tucadivi.com. No habla de dólares pero en la página de presentación, muestran el cambio actual del dólar, perdón, de la lechuga verde. Dice:
Lechuga Americana: 53
Lechuga europea: 70
Lechuga colombiana: 38
Supongo que habrán adivinado que no se trata de un mercado de hortalizas sino del dólar, el euro y el peso colombiano. Precio del mercado negro, por supuesto.
Además, para que el gobierno no cierre esta web, los autores se presentan así (resumen):
“Para los que creen que aquí damos el precio del dólar paralelo, euro paralelo, permuta, bono Venezuela, dólar negro, tarjetas regalo Amazon, bonos de la deuda, permuta divisas, bolívares por dólares y mercado paralelo. Para todos ellos: se confunden de lugar. Aquí solo ofrecemos lechugas frescas”.
De risa.
Con una inflación al 50% anual, la moneda nacional se deprecia y el dólar se aprecia. Por eso, la única forma que tienen los venezolanos de proteger sus ahorros es comprando dólares. En el mercado negro o en el mercado oficial.
Para obtenerla en el mercado oficial (en caso de no ser empresario importador) el venezolano medio sólo puede decir que va a salir del país. Entonces le dan unos 2.500 dólares (3.000 si va a Europa) por cada tarjeta de crédito.
Y ahí la picaresca se ha desbordado.
Para obtener esa cantidad, hay que mostrar por ejemplo el billete de avión. Pero a última hora, varias personas renuncian a su vuelo y dan su tarjeta de crédito a otra que sale, obtiene dólares, en tiendas concertadas y vuelve. Con la diferencia no solo paga el billete de avión sino que gana dinero y reparte comisiones a toda la cadena.
A eso se enfrenta Maduro. A un ataque de las lechugas verdes. Atacan por todos los lados. De día y de noche. Por todos los flancos. Por tierra, mar y aire. Desde el extranjero o como quinta columna.
Y les aseguro una cosa: es más fácil detener un ataque armado de verdad, que un ataque de lechugas verdes. Cuando el mercado negro se desata, y cuando un gobierno no cambia su política económica, las lechugas son casi invulnerables. Y si se enfadan, nadie puede detenerlas.
25 octubre 2013 - 23:29 - Autor: zoomboomcrash
Si usted fuera un periodista y viviera en Venezuela, iría a la cárcel por escribir, radiar o emitir por televisión las siguientes palabras: precio del dólar paralelo.
Esta semana el dólar paralelo alcanzó el valor de 50 bolívares por dólar. Y sigue subiendo.
En cambio el precio oficial del dólar es de 6,28 bolívares. ¿Cómo es posible tal disparidad?
Cualquier estudiante de primer año de Económicas lo podría responder. Cuando un bien escasea, sube de precio. Da igual si se trata de un litro de agua, un barril de petróleo o incluso el dólar.
Venezuela es un país que cada vez depende más de las importaciones y las importaciones se pagan en dólares. El nivel de dependencia exterior aumenta, a medida que avanza lo que el gobierno llama el socialismo, que más bien es el comunismo. Así de sencillo. Pasa en Cuba. Y pasa en Zimbaue.
El pueblo trata de comprar dólares como sea. Y como el gobierno ha impuesto severos controles, en lugar de solucionar el problema, lo ha acrecentado. El dólar paralelo sube de precio.
Y aquí viene lo bueno.
De las muchas formas que se le han ocurrido al gobierno para detener la especulación con dólares la más ridícula es prohibir que se hable de ello. En 2010 aprobó una ley que condena a todo aquel que hable públicamente del dólar paralelo.
Perfecto. Ya no se habla de dólar paralelo. Ahora se habla de ‘lechuga verde’. Si quieren ver un caso curioso, echen un vistazo a la web tucadivi.com. No habla de dólares pero en la página de presentación, muestran el cambio actual del dólar, perdón, de la lechuga verde. Dice:
Lechuga Americana: 53
Lechuga europea: 70
Lechuga colombiana: 38
Supongo que habrán adivinado que no se trata de un mercado de hortalizas sino del dólar, el euro y el peso colombiano. Precio del mercado negro, por supuesto.
Además, para que el gobierno no cierre esta web, los autores se presentan así (resumen):
“Para los que creen que aquí damos el precio del dólar paralelo, euro paralelo, permuta, bono Venezuela, dólar negro, tarjetas regalo Amazon, bonos de la deuda, permuta divisas, bolívares por dólares y mercado paralelo. Para todos ellos: se confunden de lugar. Aquí solo ofrecemos lechugas frescas”.
De risa.
Con una inflación al 50% anual, la moneda nacional se deprecia y el dólar se aprecia. Por eso, la única forma que tienen los venezolanos de proteger sus ahorros es comprando dólares. En el mercado negro o en el mercado oficial.
Para obtenerla en el mercado oficial (en caso de no ser empresario importador) el venezolano medio sólo puede decir que va a salir del país. Entonces le dan unos 2.500 dólares (3.000 si va a Europa) por cada tarjeta de crédito.
Y ahí la picaresca se ha desbordado.
Para obtener esa cantidad, hay que mostrar por ejemplo el billete de avión. Pero a última hora, varias personas renuncian a su vuelo y dan su tarjeta de crédito a otra que sale, obtiene dólares, en tiendas concertadas y vuelve. Con la diferencia no solo paga el billete de avión sino que gana dinero y reparte comisiones a toda la cadena.
A eso se enfrenta Maduro. A un ataque de las lechugas verdes. Atacan por todos los lados. De día y de noche. Por todos los flancos. Por tierra, mar y aire. Desde el extranjero o como quinta columna.
Y les aseguro una cosa: es más fácil detener un ataque armado de verdad, que un ataque de lechugas verdes. Cuando el mercado negro se desata, y cuando un gobierno no cambia su política económica, las lechugas son casi invulnerables. Y si se enfadan, nadie puede detenerlas.
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